Castillo de Cártama

Nace este proyecto con la intención de plantear una serie de trabajos técnicos encaminados a la consolidación de una parte importante de las murallas de la localidad malagueña de Cártama. En concreto, nos referimos al tramo más elevado e inaccesible de su conjunto defensivo, que se constituiría a modo de alcazaba o recinto alto, y que, generalmente, se viene a conocer de forma habitual como Castillo de Cártama o Castillo del Cerro de la Ermita de Cártama.

Esta cortina defensiva presenta serios problemas patológicos, que requieren de una acuciante tarea restauradora. Hemos de hacer constar que se trata de un elemento que en su conjunto nunca ha sido atendido desde un punto de vista restaurador. De este modo, encontramos paños y torres abandonados con su formalización constructiva original, en los cuales el paso del tiempo y la propia acción humana han ocasionado importantes pérdidas de material edilicio, desaparición de morteros y roturas de estructuras, entre otras lesiones.

En definitiva, el interés patrimonial y arqueológico de estas murallas será el principal aval a la hora de hablar de su estudio y recuperación. La importancia de esta construcción queda fuera de toda duda, no sólo por constituir uno de los elementos patrimoniales más importantes y monumentales de Cártama, sino también como una muestra de ese tipo arquitectónico singular que caracterizó las principales urbes andalusíes como es la alcazaba.

Se pretende potenciar y recuperar ese acervo arquitectónico que es propio de nuestro marco geográfico, y que tiene, en estas obras defensivas, un punto de especial interés. De igual forma, estas obras defensivas se han acabado por constituir en un referente paisajístico y ambiental de primer orden, de forma tal que se pueden definir como un hito urbano fundamental dada la estrecha relación que existe con el casco urbano sito a los pies del cerro del castillo. Con estos antecedentes se redacta este proyecto, a efectos de establecer la consolidación del tramo alto de las murallas de Cártama.

La restauración de una parte de la muralla ha consistido principalmente en una reconstrucción de la zona más afectada hasta la cota de muralla existente de forma que en ningún momento se produzca un recrecido hipotético. Se han eliminado elementos que ponían en peligro la estabilidad del conjunto, y se han conservado los restos de mortero de revestimiento original. Solo se ha procedido a la consolidación de zonas proclives a la continuación de la degradación.

En los tramos muy deteriorados, como es el caso del lienzo A (donde prácticamente faltaba casi toda la cara exterior, dejando a la interperie el núcleo interior, descamado, desprotegido y con abundante vegetación), se ha procedido a crear un nuevo forro de protección apoyándonos en los vestigios existentes y siguiendo el mismo despiece. La identificación entre las distintas fases se señala mediante una banda de plomo que podrá absorber sin problemas los posibles asientos diferenciales entre las fases.