Castillo de Marbella
Pedro Gurriarán Daza, Salvador García Villalobos, Alejandra Daza González, Agnès Michel
El aspecto que arrojan los lienzos y torres de la fortaleza en nuestros días, es el resultado de un sinfín de reformas, reparaciones y restauraciones en una construcción a la que se le suponen más de mil años de antigüedad. El análisis arquitectónico de sus paramentos es una labor compleja que ha sido anticipada de manera preliminar en 2015 por los arquitectos Pedro Gurriarán Daza y Salvador García Villalobos en el documento del Plan Director.
El resultado es un primer y somero análisis del sobre los diferentes tipos de aparejos. Apreciamos una infinidad de soluciones y materiales constructivos, algunos de un marcado carácter contemporáneo que forman parte de actuaciones recientes, y muy evidente el caso de consolidaciones improvisadas o recreaciones con escaso fundamento, como los merlones que coronan los lienzos en lanlínea de la calle Arte.
Dentro del conjunto de actuaciones a realizar, el estudio de paramentos en sus diferentes vertientes es una pieza fundamental dentro del análisis, siendo además la línea de investigación en la que están previstos mayores esfuerzos metódicos. Esto ha dado pie a determinadas interpretaciones sobre los orígenes del Castillo de Marbella, más allá de las lecturas que admite la copiosa y siempre imprescindible documentación escrita.
El proyecto de ejecución para las obras de consolidación realizado en 2019 interviene en la parte más antigua del castillo, que presenta sillería de origen islámico califal del siglo X y romano del siglo I, además de tapiales nazaríes del siglo XIV. En el proyecto se restauran las fábricas manteniendo el aspecto original del castillo como una mezcla de fases constructivas, y se eliminan elementos inadecuados como los merlones inventados en el siglo XX.
